Sin importar el nicho o el tamaño, emprender un negocio puede convertirse en un verdadero dolor de cabeza para el emprendedor novato, sobre todo, cuando no dispone de los conocimientos o la asesoría correcta.
Esto se debe a que son muchos los aspectos que debe valorar, desde la disponibilidad de una idea viable, hasta el estudio de alternativas seguras de inversión. Por fortuna, existen ciertas pautas que facilitan la tarea.
Cada minuto cuenta
Aunque suena redundante, el primer paso es encontrar una idea de negocio única. Para ello, resulta indispensable analizar el mercado y estudiar tanto a la posible competencia, como el comportamiento y los hábitos de compra de la audiencia objetiva.
En este sentido, la organización del tiempo es un factor clave, debemos saber aprovechar cada espacio libre, especialmente, cuando los compromisos laborales y personales representan posibles limitaciones para el desarrollo del emprendimiento.
Investigar las regulaciones y comprobar la viabilidad de la idea
Cada país tiene sus propias leyes y regulaciones, por lo que el siguiente paso en la lista es verificar los permisos que necesitamos para que el negocio pueda operar, sobre todo, en lo que respecta a los derechos de autor, la marca y el nombre.
En esta etapa, también es indispensable medir qué tan viable es nuestra idea. Si bien es posible testear el producto o servicio con amigos, lo ideal es recurrir a una plataforma digital de financiamiento participativo y lanzar una campaña de crowdfunding.
A través de este método no solo podemos encontrar financiación para el proyecto, también sirve como herramienta de medición al momento de calcular qué tan atractiva resulta la propuesta, después de todo, si un grupo de extraños está dispuesto a invertir su dinero, quiere decir que lo planteado tiene buen potencial.
Crear un plan de negocios
Este documento es indispensable para definir los objetivos y diseñar una estrategia que permita alcanzarlos. Asimismo, brinda la posibilidad de identificar oportunidades y riesgos.
Por otra parte, sirve de soporte en el proceso de captar la atención de los inversores de cara a la búsqueda de financiamiento. En este sentido, es indispensable que sea detallado y exponga tanto la viabilidad, como el potencial de la idea de negocio. Pero eso no es todo, también contribuye a analizar a la competencia y determinar el precio de venta.
Prestar atención al escenario económico y fiscal
La base del éxito a la hora de emprender es alcanzar el equilibrio entre el capital invertido y el dinero recuperado. Para ello, resulta crucial dominar los aspectos más elementales de la economía.
En esta misma etapa, debemos considerar los posibles componentes legales y financieros involucrados en el desarrollo de nuestro proyecto, así como en la puesta en marcha del negocio. Cada decisión tiene que ser tomada en función del sector en el que nos movemos y si se trata de un emprendimiento en solitario, o en equipo.
Trabajar en la marca y lanzar el producto o servicio
Una vez que tenemos un producto o servicio viable, es momento de comenzar a crear una marca personal. Los expertos en marketing coinciden en la necesidad de elegir un nombre y logo original. Asimismo, conviene que sea sencillo de recordar, de esta forma, podrá quedar grabado en la mente de los consumidores.
En este punto, todo estará listo para materializar la idea, es decir, darle forma tangible a eso que lleva tiempo en nuestra mente. No importa si se trata de algo innovador o la modificación de un producto o servicio existente, las probabilidades de éxito estarán a favor si seguimos todos los consejos antes mencionados.
Antes de pasar a conseguir clientes, no podemos olvidar optimizar el negocio para vender a través de internet. Si bien algunas empresas se ajustan más al entorno físico, en la actualidad, tener presencia online dejó de ser una opción.